Muchas veces hablamos de que sí que es posible "crear un mundo diferente". Todos lo deseamos. Anhelamos que pase la crisis, que exista trabajo para todos, que no haya gente necesitada... Los que creen que pueden hacerlo son quienes realmente lo hacen. Así ha sucedido con la Marcha Aspanaex. Como ejemplo de que "¡se puede!" nuestra compañera Zaira de 6º de Primaria que ha conseguido reunir casi 46 euros buscando patrocinadores y cumpliendo con llegar a la meta. También muchas familias y alumnos han colaborado un montón en esta edición. !!!ESTAMOS EN CAMINO!!!
Objetivo Plan Marco
Queremos anunciar, de modo renovado, la novedad transformadora de la Buena Noticia de Jesús a toda la comunidad educativa, desde el carisma vicenciano, como proyecto de vida personal y comunitario, y como un compromiso por la justicia y con los más pobres.
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lunes, 15 de octubre de 2012
jueves, 27 de octubre de 2011
Premio Príncipe de Asturias 2011 de Ciencias Sociales
Verdad, belleza y bondad reformuladas
Howard Gardner
Traducción de Marta Pino. Paidós. Barcelona, 2011. 300 pp., 22'90 e. Ebook: 16 e.
- Resultados:
MANUEL BARRIOS CASARES | Publicado el 21/10/2011
Howard Gardner, Premio Príncipe de Asturias 2011 de Ciencias Sociales, reflexiona sobre la posibilidad de dotar de un nuevo sentido a los conceptos de verdad, belleza y bondad, erosionados por el escepticismo.
Desde que en los años 80 formulara la teoría de las inteligencias múltiples y comenzara a trabajar en su aplicación práctica en el campo de la educación, el destacado psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard Howard Gardner (Scranton, EE.UU., 1943) ha cosechado un amplio reconocimiento a nivel mundial. El premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2011 viene así a sumarse a las numerosas distinciones y doctorados honoris causa obtenidos a lo largo de una prolífica carrera, en la que sus ideas sobre los procesos de aprendizaje y la formación del liderazgo han suscitado un vivo interés no sólo en el terreno científico, sino también en el de las instituciones de enseñanza.
Coincidiendo con la entrega del premio llega en estos días a las librerías españolas su último libro, en el que Gardner parece dispuesto a ir más allá de sus trabajos habituales, proponiéndose reflexionar sobre la posibilidad de dotar de un nuevo sentido a los conceptos de verdad, belleza y bondad, erosionados por el escepticismo y el relativismo posmodernos. En realidad, más que reformular estos valores -que no virtudes, como de forma un tanto equívoca los llama Gardner- el propósito de su obra consiste en convencernos de la necesidad de seguir contando con ellos como guías imprescindibles de nuestra vida y, una vez sentado esto, abordar la cuestión de cómo transmitirlos de la manera más adecuada a unas generaciones nacidas bajo el signo de Internet y la revolución digital. En este punto, el planteamiento del libro conecta con las líneas de investigación más fecundas desarrolladas por Gardner, que son las que dieron lugar a su celebrada teoría de la inteligencia, la cual supuso todo un revulsivo para el sistema de educación escolar en EE.UU. por su acerada crítica a la concepción psicométrica de la misma.
Para Gardner, en efecto, la inteligencia no es una destreza unidimensional, susceptible de ser medida de forma global por los test de inteligencia y cuantificable sin más mediante el indicador llamado cociente intelectual. Fueron sus trabajos empíricos con niños normales y superdotados, por una parte, y con pacientes con daño cerebral, por otro, los que lo convencieron de que la inteligencia es una capacidad mucho más plástica y polivalente, que se adapta en su modo de funcionamiento a los diversos ambientes en que se ve inmersa y a las distintas tareas que ha de afrontar. De ahí que Gardner siempre haya hablado de ella en plural, llegando a distinguir hasta nueve modalidades diferentes de inteligencia (tras añadir dos al listado inicialmente ofrecido en su obra de 1983 Estructuras de la mente): lingüística, lógico-matemática, corporal y cinética, visual y espacial, musical, interpersonal, intrapersonal, naturalista y existencial o filosófica. Y aunque hay una labor cooperativa entre todas ellas, se desarrollan con cierta independencia. Esto significa que los individuos pueden mostrar un nivel elevado de desarrollo intelectual en algunas facetas y, sin embargo, un nivel mucho menor en otras. (...)
Trabajos como los de Gardner constituyen, sin duda, una sugestiva aportación en un momento en que la reflexión sobre los profundos cambios que han de experimentar los modelos educativos para responder a los retos del presente resulta tan necesaria. Una concepción estrecha del proceso de la formación intelectual, contaminada por el lenguaje economicista de la rentabilidad, y una insistente mentalidad de nuevo rico en buena parte de la pedagogía contemporánea, que ha disimulado su apoyo acrítico a estas recetas tras un aire de cientificidad, han contribuido perniciosamente al verdadero recorte que hoy sufre el ámbito de la enseñanza: el del sentido y la importancia decisiva de su tarea. Es precisa una crítica de las falsas promesas de excelencia educativa de este ideario. Como recordaba no hace mucho Martha Nussbaum, una mera educación para el empleo, la buena renta y la prosperidad económica no es una educación para la buena vida. Esta concepción sigue apegada en el fondo a viejos modelos de desarrollo, que descuidan el cultivo de cualidades esenciales para la forja de individuos ilustrados, capaces de argumentar críticamente y contribuir a la mejora de la vida democrática.
En ese sentido, resulta especialmente oportuna la dedicación de Gardner al problema de la enseñanza de las virtudes en el siglo XXI en su libro más reciente. Ahí nos reencontramos con el mejor Gardner, el psicólogo del desarrollo ocupado en mostrarnos cómo se forma el sentido infantil de lo verdadero, lo bueno o lo estéticamente placentero, y en sostener cómo un aprendizaje bien orientado, que no se vea clausurado por el prejuicio piagetiano de que la cima cognitiva se alcanza a edad relativamente temprana, será capaz de disponer a los individuos a un amplio desarrollo del “pensamiento posformal”, en cuyas últimas fases pueden establecerse con mayor firmeza las verdades, individualizarse de manera más efectiva las experiencias de la belleza y desempeñarse las tareas con mayor sentido ético.
Precisamente porque ni la biología ni la economía aportan casi nunca la descripción definitiva de las acciones, decisiones y pensamientos humanos, nos recuerda Gardner, es por lo que debemos atender con especial cuidado a esos otros aspectos que mejor reflejan la flexibilidad y riqueza de nuestra condición, donde se localizan las cuestiones más desconcertantes de nuestra existencia, pero también las más fundamentales. De este modo, el enfoque del libro enlaza también con el planteamiento del proyecto Goodwork, en el que Gardner viene colaborando junto a otros eminentes psicólogos y en el que se subraya la idea de que el buen trabajo no es, sin más, aquél que resulta técnicamente excelente, sino el que tiene sentido para quienes lo realizan y se lleva a cabo con un compromiso ético de responsabilidad social. Gardner añade ahora a este principio su convicción de que sólo cabe realizar un buen trabajo educativo si no perdemos de vista que lo esencial es enseñar esas virtudes a lo largo de la vida, ya sea en el aula o fuera de ella. Es bueno ser inteligente, desarrollar múltiples inteligencias. Pero es más importante, concluye, utilizar nuestras capacidades para servir a la sociedad.
sábado, 22 de octubre de 2011
Discurso Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2005
Ayer viernes se entregaron, como todos los años, los Premios Príncipe de Asturias. Todavía recordamos con emoción la edición del año 2005, cuando se le hizo entrega del Premio a la Concordia a la Orden de las Hijas de la Caridad. Aquí dejamos el discurso de Sor Evelyne Franc, Superiora General de las Hijas de la Caridad.
Majestad, Alteza, Señor presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, dignísimas autoridades eclesiásticas, civiles y militares, señoras y señores.
"El Amor y la fidelidad se encuentran
La justicia y la paz se besan" (Salmo 84)
Con gran emoción, tengo la alegria de dirigirme a Ustedes, en este foro de la Fundación "Príncipe de Asturias", en el contexto de una sociedad cada vez más sensible, sedienta de concordia y de paz, de respeto a la dignidad humana, de verdad, de justicia y de libertad.
He comenzado esta breve y sencilla intervención, evocando las palabras del Salmo 84, que tan bellamente enlaza la justicia y la paz. La justicia y la paz se buscan, son inseparables.
Permítanme que, en nombre de todas las Hijas de la Caridad, exprese nuestra felicitación a la Fundación por la promoción de los grandes valores culturales, científicos, humanos y sociales que contribuyen a hacer la vida más humana, que favorecen la justicia y la paz en nuestro mundo.
Permítanme también expresar nuestro agradecimiento por este reconocimiento de la Fundación, hacia el servicio humanitario y social realizado por la Compañía de las Hijas de la Caridad en España y en todo el mundo, a lo largo de 372 años de entrega y compromiso al lado de quienes necesitan pan, consuelo, esperanza.
Este es también un reconocimiento a toda la Iglesia y a cuantos comparten tiempo, esfuerzos y medios en favor de los más desfavorecidos, en favor de todos aquellos que en nuestro mundo, están privados de justicia y buscan la paz.
Nuestra sociedad anhela vivamente un mundo sin fronteras, un mundo donde no existan barreras entre los que tienen y pueden y los que están desprovistos de todo. Cada vez más nuestros contemporáneos, especialmente los jóvenes, sienten la urgencia de edificar un mundo nuevo, más solidario, fruto de la globalización del amor. Un mundo nuevo, una familia de pueblos que comparten equitativa y solidariamente los bienes de la tierra, destinados a todos los hombres. Un mundo que en el fondo, casi sin saberlo, tiene necesidad de fe y de esperanza, tiene hambre de Dios.
Vivir la solidaridad, compromete a ir más allá y más lejos en la defensa de la vida, a veces amenazada en su integridad a causa del egoísmo de unos pocos.
Vivir la solidaridad compromete a ir más allá y más lejos en la búsqueda de recursos suficientes que permitan mejorar las condiciones de vida de quienes están condenados a sobrevivir, ya sea perdidos en el laberinto de la marginación, o forzados a dejar su país en frágiles pateras, vergüenza de nuestra sociedad.
Vivir la solidaridad es un desafio para nosotras Hijas de la Caridad, llamadas a continuar en el mundo la misión de Jesucristo, evangelizador y liberador de los pobres, impulsadas por san Vicente de Paúl y santa Luisa de Marillac, nuestros Fundadores, amigos de los pequeños y necesitados.
Nos sentimos felices, agraciadas de poder entregar nuestra vida al Señor para gastarla en el servicio de nuestros hermanos y hermanas. Como un torrente de vida, la historia de la Iglesia está repleta de bellísimas páginas escritas con el lenguaje humilde y sencillo del servicio a los necesitados, con el lenguaje silencioso de una generosidad creativa. La Compañía de las Hijas de la Caridad, intenta colaborar modestamente, en la construcción de la civilización del amor, donde la justicia y la paz brillen para siempre. Damos gloria a Dios por este premio "Príncipe de Asturias".
Muchas gracias, estimados amigos, por hacer posible que en este foro excepcional resuene la voz de los heridos de la vida y se acoja el mensaje que nos dirigen desde sus sufrimientos. Cada vez que nuestro corazón acoge al otro, se enciende en el mundo la luz de la esperanza, "la justicia y la paz se besan".
viernes, 22 de octubre de 2010
Manos Unidas. Príncipe de Asturias de la Concordia
Manos Unidas es una organización no gubernamental católica que se dedica a la lucha contra el subdesarrollo, la enfermedad, la opresión, la falta de instrucción y el hambre, que surgió de la primera campaña contra el hambre en España, organizada por un grupo de mujeres de Acción Católica Española en 1960, en respuesta a una llamada de la FAO a escala mundial. Además, Manos Unidas trata de impulsar un desarrollo humano y sostenible, acercando recursos financieros a aquellos grupos que lo solicitan y que, debido al desigual reparto de la riqueza, viven en condiciones infrahumanas.
Los objetivos fundamentales de Manos Unidas son la financiación de proyectos en los países más castigados por la pobreza y la educación para el desarrollo. Manos Unidas no desarrolla proyectos propios, sino que financia aquellos que ofrecen garantías, dándoles el impulso inicial a las organizaciones locales. Hasta la fecha ha sufragado alrededor de 25.000 proyectos en más de 64 países de Asia, África, América y Oceanía. Los proyectos pueden ser de tipo agrícola, social, cultural-educativo, sanitario y de promoción de la mujer. En 2008 Manos Unidas trabajó en el 5º Objetivo del Milenio, cuya meta es reducir la mortalidad materna. En 2009 se celebró en Sevilla el Foro 50 aniversario de Manos Unidas, bajo el lema “Combatir el hambre, proyecto de todos”.
Durante 2009 se asumieron 692 nuevos proyectos en 52 países. Manos Unidas intenta además promover cambios hacia un orden mundial más justo y solidario. Su financiación procede de fuentes privadas (77,7%) y públicas (22,3%). En 2008 recaudó 53.650.997 euros, de los que destinó el 91,7% a sus fines.
Como miembro fundador de CONGDE (Coordinadora de ONGD de España) y como miembro de CIDSE (Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad), está integrada dentro de las más de 1.600 organizaciones europeas que conforman CONCORD (Confederación para la cooperación de ONG para la Ayuda y el Desarrollo), agrupadas en torno a 18 redes internacionales y 21 coordinadoras o redes nacionales. Además forma parte de la Fundación Sur y del Pacto Global contra la Pobreza. También ha estado presente en otros foros y encuentros de ámbito internacional especialmente los relacionados con la deuda externa de los países del Sur, participando en reuniones con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Manos Unidas destinará el importe del premio Príncipe de Asturias a un proyecto de reactivación agrícola para los desplazados por el terremoto de Haití donde están en situación de gran emergencia por el cólera.
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