Fe + Caridad. No es legítimo separar, y menos, oponer, fe y caridad. “La existencia cristiana consiste en un continuo subir al monte del encuentro con Dios para después volver a bajar, trayendo el amor y la fuerza que derivan de este, a fin de servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios” (Benedicto XVI).
= Misión. La mayor obra de caridad, que nace de la fe, es la evangelización. “Ninguna acción es más benéfica y, caritativa hacia el prójimo que partir el pan de la Palabra de Dios, hacerle partícipe de la Buena Nueva del Evangelio [...]: la evangelización es la promoción más alta e integral de la persona humana” (íd.). El anuncio del Evangelio se convierte en una intervención de ayuda al prójimo, justicia para los más pobres, posibilidad de instrucción y asistencia médica, entre otras implicaciones sociales.
El lema "Fe + Caridad = Misión" es presentado con trazos claros y firmes. El recurso de la pizarra evoca que estamos ante una afirmación que implica adhesión e interiorización. “No os canséis de educar a cada cristiano, desde la infancia, en un espíritu verdaderamente universal y misionero, y de sensibilizar a toda la comunidad para que sostenga y ayude a las misiones según las necesidades de cada una” (Francisco).
La fotografía del papa Francisco, besando el pie que previamente ha lavado, recuerda las palabras de Jesús en el primer Jueves Santo de la historia: “Os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis” (Jn 13,15). En medio, la cruz del Santo Padre. La escena recuerda a los misioneros y misioneras, que viven la experiencia gozosa de salir de uno mismo para ir al encuentro de los otros en actitud de servicio y donación.
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