Objetivo Plan Marco

Queremos anunciar, de modo renovado, la novedad transformadora de la Buena Noticia de Jesús a toda la comunidad educativa, desde el carisma vicenciano, como proyecto de vida personal y comunitario, y como un compromiso por la justicia y con los más pobres.




lunes, 14 de octubre de 2013

Catequesis de Niños DOMUND 2013



Habiéndose reunido una gran muchedumbre y gente que salía de toda la ciudad, dijo en parábola: «Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros del cielo se lo comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, y, después de brotar, se secó por falta de humedad. Otra parte cayó entre abrojos, y los abrojos, creciendo al mismo tiempo, la ahogaron. Y otra parte cayó en tierra buena, y, después de brotar, dio fruto al ciento por uno. Dicho esto, exclamó: El que tenga oídos para oír, que oiga». Entonces le preguntaron los discípulos qué significaba esa parábola. Él dijo: «A vosotros se os ha otorgado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los demás, en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan». (Lc 8,4-15)

La actividad de la siembra está llena de lecciones. El sembrador ha de conocer el terreno y las semillas, ha de estar atento a los cambios del clima y de las estaciones. Pero, sobre todo, ha de tener una paciencia a prueba de desaliento. Sembrar es apostar por la esperanza.
¿Qué significa sembrar en la parábola?
En nuestra historia, ¿dónde cayeron las primeras semillas?
¿Qué les pasó a las semillas que cayeron en el camino? ¿Por qué?
¿Y a las que cayeron en piedras? ¿Cuál fue el motivo por el que no germinaron?
Otras semillas que cayeron donde había abrojos o espinos. ¿Qué les sucedió? ¿Con qué espinas nos encontramos a diario?
··
Dios nos invita a dar fruto. Nuestros frutos están siempre listos para ser dados a nuestros hermanos.
¿Conoces a personas que son sembradores? ¿Quiénes? ¿Qué semillas has visto? ¿Quién ha
sembrado en ti la Palabra de Dios?
Tú ¿cómo la has acogido? ¿En qué frutos (obras de amor) se nota?
¿Cómo tienen que ser los misioneros para ser buenos sembradores de la Palabra de Dios?
¿Entre qué gentes siembran la Palabra del Señor? ¿Cómo notan sus frutos?
¿Cómo puedes tú ayudarles a sembrar?

ORACIÓN
El/la catequista puede sacar una bolsita con “semillas” (cada semilla es un papel liado donde aparece escrito un verso de la oración final). A continuación, leerá en voz alta esta breve historia:
El/la catequista invita al grupo a guardar un momento de silencio y a ser conscientes de la presencia
de Jesús en este momento de oración: “Donde dos o más se reúnen en mi nombre, allí estoy yo”.
Se reparte a cada chico/a una “semilla” (las semillas de la bolsa). Cada uno/a lee, sin prisas y dejando
una pausa entre intervención e intervención, el texto escrito en la semilla.

HACES FALTA TÚ
Sembraré una sonrisa... para que haya mas alegría.
Sembraré una palabra consoladora... para cosechar serenidad.
Sembraré un gesto de caridad... para que haya más amor.
Sembraré una oración... para que la persona esté más cerca de Dios.
Sembraré palabras y gestos de verdad... para que no crezca la mentira.
Sembraré serenidad de acciones... para colaborar con la paz.
Sembraré un gesto pacífico... para que haya menos nervios.
Sembraré justicia en mis gestos y palabras... para que reine la verdad.
Sembraré un gesto de delicadeza... para que haya más bondad.

Sembraré con humor… para que nuestras relaciones sean más amigables.
Sembraré...
...

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