Una Navidad más, las Voluntarias de la Caridad repartieron los paquetes con alimentos y juguetes a familias necesitadas. Este año han ayudado a preparar estos paquetes un grupo de alumnos de JMV.
La experiencia fue muy positiva y repetiremos con aún más ganas el próximo curso. Con esta colaboración se ha ido más allá de aportar "cosas", también hemos dado de nuestro tiempo, presencia, esfuerzo... Además se han unido un poco más, dos realidades vicencianas: los alumnos de JMV del colegio y las Voluntarias de la Caridad.
Hagamos algo de historia...
El domingo 20 de agosto de 1617, en un pueblo francés, Vicente de Paúl, es avisado, antes de la misa, de la gran necesidad de una familia. En la homilía hace una llamada a la solidaridad. Multitud de personas se sienten impactadas por esa «voz de Dios» y se deciden a ayudarles con generosidad e improvisación. Vicente de Paúl exclama: «he aquí una gran caridad, pero mal organizada». Tres días más tarde, pone en marcha su proyecto: un grupo de señoras dispuestas a formar una asociación «para asistir a los pobres enfermos de la villa». Es la primera «Cofradía de la Caridad», origen de las actuales «Voluntarias de la Caridad».
Las Voluntarias de la Caridad se sienten interpeladas por el Evangelio, sobre la dignidad de la persona humana y sobre la responsabilidad de cada uno en la construcción de un mundo más justo. Tienen presente la llamada del Concilio Vaticano II respecto a las realidades humanas y religiosas. Son fieles al dinamismo innovador de su fundador, Vicente de Paúl.
Nuestra comunidad educativa ha tenido la suerte de conocer y vivir cerca de Sor Rosario. Ella siempre será una referencia con su manera de hacer y con su ilusión por ayudar a los más necesitados. Estos días se cumple el aniversario del día en que dejó de estar en nuestro colegio para ya descansar cerca de Jesús. No queremos que su recuerdo como Hija de la Caridad y como Voluntaria se nos olvide.
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