Puerto Príncipe doce meses después del terremoto es un escenario aún dantesco: escombros que no han sido retirados, edificios con huellas de la tragedia... Aceras y parques siguen repletos de tiendas de campaña, campos de desplazados, donde las personas buscan seguir rehaciendo una vida que saben que ya no será igual.
Las carencias son enormes. En Haití está todo por hacer: en el ámbito de la educación, de la salud, de la gobernabilidad, en el aspecto productivo y en el de las infraestructuras: carreteras, viviendas, recogida de basuras, cuidado del medio ambiente…
En el colegio no olvidamos la situación de Haití y seguimos recaudando fondos para el Proyecto Desayunos. Los alumnos de JMV lo hicieron con la venta de trabajos manuales, como broches de fieltro, realizados por ellos. Para poner el mercadillo eligieron el día del Festival de Navidad. Aún queda mucho curso y seguiremos poniendo en marcha más acciones en favor de los niños y niñas de Haití.
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