La Cuaresma es una oportunidad para mirarnos el corazón y nuestra vida. Da fuerzas para redirigir, seleccionar, decidirse y cambiar para ser libres. Buscamos ser conscientes de nuestra vida para aprender a llevar la dirección correcta. La Cuaresma es tiempo para dejarnos mirar por Dios, para descubrirle en cada persona y aprender a mirar como Dios mira.
En estos días en los que hemos puesto distancia obligada con nuestra VIDA real podemos aprovechar esta oportunidad para ver en nuestro interior. En el colegio al finalizar cada Cuaresma celebramos el PERDÓN, anotamos con un papel y un boli las actitudes que deseamos dejar de lado y hacemos compromisos para un cambio que permitirá una vida más feliz para nosotros y para nuestro entorno. Y es que Dios no quiere castigarnos, porque es nuestro PADRE BUENO. Desea que seamos felices viviendo desde su AMOR.
Este curso no será posible celebrar el sacramento del PERDÓN pero si hacemos este ejercicio al que se nos invita, con compromiso de cambio desde el corazón, podremos estar seguros de que nuestro Padre lo recibe, nos perdona y abraza.
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