Esta cuaresma proponemos una escalada hacia la cumbre de la misericordia, culmen del amor
hasta el extremo, la pasión, cruz y resurrección de Jesucristo. La aceptación de su
voluntad implica la renuncia a lo que somos, para dejarnos inundar de su amor, y ser en la
tierra un instrumento de su misericordia. En Jesús podemos ver esta entrega hasta el extremo.
Cada año la Cuaresma nos invita a buscar la auténtica realidad de nuestra felicidad, nuestro
anhelo más profundo es gozar de la presencia de Dios, y actuar según Él ha pensado para
cada uno de nosotros. La Cuaresma es un tiempo de paso, de esperanza, de camino, hacia un
punto culminante, Jesucristo.
Para ello, se propone una travesía interior, la “escalada cuaresmal”, que, como toda escalada,
necesita que vayamos ligeros de equipaje, bien calzados.
Similar a la actividad deportiva a la que hace referencia, necesitaremos coordinar nuestro
cuerpo, mente y corazón para conseguir cumplir los objetivos, alcanzar la cima, descubrir el
misterio de la cruz.
Además de este camino hacia la cruz, iremos profundizando en la experiencia de la
misericordia, como manifestación infinita del amor divino hacia los que nos quedamos sin
aliento en el camino, y la que debemos propagar para hacer cumplir su voluntad como Padre
bueno.
De Odres Nuevos http://odresnuevos.es/2016/02/02/cuaresma-2016/
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