No podemos vivir adormilados, ni ir por la vida con el pijama puesto y la mente embotada pensando en el dinero, o en los regalos o en cosas que, en el fondo, no nos hacen ser felices. Adviento es tiempo de despertarse con alegría. El reloj del Adviento es reloj que impulsa y despierta. Nos invita a velar, a permanecer despiertos, vivos, activos, comprometidos, con un rumbo claro y no equivocado. Nos encaminamos hacia Belén. Se ve la Estrella en el horizonte, la cueva…Ahora toca dejarse prender por la vela del primer domingo, que nos impulsa a no caminar en la oscuridad ni en el ensueño, sino en la senda de la búsqueda y del encuentro.
Oración:
Luz del Adviento, despiértanos del sueño de la oscuridad. Encamínanos por la senda de la sencillez, el desprendimiento y el don de sí.
Dibujos de Fano y reflexión de Fernando Cordero
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